EL INYECTOR DAÑADO
- Técnico Adalberto D.
- 18 ago 2017
- 1 Min. de lectura
Los inyectores pueden sufrir tres principales daños.

Fig. Inyectorlaboratortio-wix
1) Cuando se quema su bobina y entonces el émbolo, aguja o pivote interno --que vibra (pulsa) cuando el bobinado de microcalibre se energiza—queda quieto, es decir, ya no abre ni cierra, o puede quedarse abierto o cerrado o hacer estas funciones desordenadamente. El auto se para, se jalonea, echa humo, no enciende, en fin, el auto deja de funcionar. Se tiene que reemplazar el inyector
2) Otra falla o daño del inyector es cuando definitivamente los carbones acumulados internamente, tanto en los microfiltros como alrededor del final del émbolo, no permiten: a) que el émbolo se desplace (abrir-cerrar a frecuencias determinadas por marca y modelo), o lo hace muy débilmente; b) que los microorificos obstruidos no permitan la inyección adecuada de gasolina. Las dos fallas llevan a que el auto consuma en exceso gasolina, pierda potencia (principalmente al rebasar), en ralentí vibra el auto, no enciende adecuadamente (incluso se tiene que bombear), arroja emisiones contaminantes, gasta gasolina. La solución es su lavado en el laboratorio con ultrasonido (ver figura inyectorlaboartorio-wix).
3) Otro daño es cuando el inyector tiene una ranura, fuga gasolina y se corre el riesgo de fuego en el coche. Se tiene que reemplazar.
Daño menor, pero importante, es que los oring´s (hules, empaques) hayan perdido su elasticidad de sellado, estén duros o quizá tengas ya cuarteaduras debido a que están quemados o sumamente endurecidos por altas temperaturas.
El servicio de laboratorio tiene que observar todas estas fallas que, aunque sólo sea para solucionar el daño 2, debe diagnosticar las demás.

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